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TOMI: Unos cuentos no menos buenos por conocidos.
¡Ya ha llegado! Tras la larga espera, tenemos un nuevo Monkey Island entre manos. Unos dicen que no es el esperado Monkey 5, otros que si es una serie de aventuras de Guybrush separada de la saga… a mi me da igual como llamarlo, a mi entender es una aventura, que llega después de la cuarta, y por capítulos, ya que a fin de cuentas es lo mismo, una aventura de Guybrush conectada con todas las otras, que no se sitúa claramente en el tiempo en una hábil maniobra de marketing que permite hacer nuevos juegos tanto anteriores como posteriores… ¿Pero acaso sería tan complicado hacer lo mismo con las dos anteriores entregas? Dejemos de darle vueltas y veamos que sacamos de este Tales of Monkey Island…
Lo primero que me viene a la mente al comenzar la partida, es The Curse of Monkey Island. Una introducción similar, con los personajes principales en una situación complicada, en la que no sabemos como se han metido, para dar comienzo de manera inesperada a una nueva trama. Ahora si no tengo duda, tan solo viendo los diálogos y el desarrollo de la aventura, de que lo que tengo delante es un Monkey Island. Ahí están las voces ya conocidas, las opciones de diálogo con chispa (y el que a Guybrush le guste improvisar elijas lo que elijas), el carisma que ha sido la clave de una gran saga. Más adelante saldrán nuevos guiños a la propia saga y a otros juegos de Lucasarts, personajes de siempre, frases que ya son clásicas… pero no seguiré por ahí, ya que no quiero destapar nada.
El aspecto técnico del juego es probablemente el tema que genere más controversia. Tras el cambio de estilo en la tercera parte y el chasco 3D de la cuarta (para muchos), esta entrega se la juega de nuevo con un nuevo diseño tridimensional, de mucha mejor calidad, y un nuevo sistema de control.
En cuanto el diseño, creo que al contrario que en el anterior juego, se ha plasmado el carácter de los personajes, acercándose más al estilo cartoon, lo cual le da a todo el juego un aire mucho más auténtico. Esta vez sí podemos reconocer al Guybrush de siempre convertido a la tercera dimensión, al igual que los otros personajes. Los gráficos son buenos y muy limpios. No es que sean lo mejor del mercado, ni rompen moldes, pero es probable que un estilo en exceso realista habría desentonado con el carácter del juego. Y este NO es uno de esos juegos que necesiten deslumbrar gráficamente para tapar defectos de guión, diseño o falta de ideas.
Algo que no me gusta tanto, de hecho no me gusta nada, es el sistema de control. El juego se ha adaptado probablemente a la época consolera en que vivimos, y al final los que salimos perdiendo somos los usuarios de PC, que tenemos que adaptarnos a las posibilidades de la consola de turno, en este caso la Wii. Es por ella que seguramente no podamos desplazarnos con un clic, cuando sería lo más simple y cómodo, sino que tenemos que mantener pulsado el botón del ratón, mientras lo arrastramos en la dirección deseada para que Guybrush la siga. Cuesta un poco acostumbrarse, y la cámara es la primera en tener problemas con el sistema, ya que en espacios pequeños y con profundidad, como el barco en la introducción, tienen varios puntos de vista que se alternarán como locos si no controlas tu movimiento.
Otro sinsentido que encuentro es el sistema para utilizar entre si los objetos del inventario, ya que hay que colocarlos en unas casillas especiales, en lugar de uno sobre el otro, como toda la vida. Además para acceder al inventario no utilizaremos el botón derecho del ratón, sino que pasaremos este por el borde de la pantalla. Esto nos lleva a la cuestión: ¿Para que utilizamos el botón derecho? Pues parece que para casi nada, tan solo, junto al izquierdo, para correr, y de momento ahí acaba la cosa. En un punto del capítulo incluso se utiliza el teclado, cuando ese botón abandonado por los diseñadores podría haber resuelto la situación. Pero en fin, al final, a todo se acostumbra uno, al menos no eran ciertos los rumores de que el juego se manejaría con teclado, y en un rato ya te has olvidado de las cámaras, del inventario, y hasta del botón derecho.
Y es que el tiempo pasa rápido mientras uno pasea por Flotsam Island, al ritmo de melodías variadas y animadas, con un estilo ya muy reconocible, pero no por ello repetitivo. Mucha música de ambiente piratesca, y como ya comentaba, las mismas buenas voces de siempre, lo cual hace que prefiera, todavía más, que el juego no de doble al castellano. No solo por las voces, que aquí tenemos muy buenos dobladores, sino sobre todo porque como siempre hay mucho diálogo inteligente, con juego de palabras, y mucho chiste fácil en ingles, y en su mayoría, como en cualquier otro idioma, estas cosas son imposibles de traducir, y sustituidas por otros chistes que quedan bien, pero ya no tanto.
Continuaremos en la isla, como decía, resolviendo puzzles que son, sobre todo, variados y divertidos. Y justo después, facilotes. Facilotes en comparación, por ejemplo, con Monkey Island 2, pero no con la mayoría de las aventuras de ahora, donde el nivel de frustración permitido ha bajado considerablemente. Un sistema con frecuencia configurable hará que Guybrush deje caer alguna pista de vez en cuando con mayor o menor frecuencia, lo cual puede venir bien a jugadores menos avezados, o en atascos puntuales, aunque generalmente no serán necesarias, y en más de un caso serán tan obvias que servirán de poco.
Lo bueno es que a pesar de la facilidad no se nos hará aburrido, ya que hay puzzles de inventario, de diálogo, de movimiento, incluso sonoros, y esto tan solo en el primero de cinco capítulos que formarán éste, por qué no decirlo, Monkey Island 5, que tendrá al final una duración decente, aunque tampoco maravillosamente larga.
Y es que tras The Launch of the Screaming Narwhal, vienen otros cuatro capítulos, en este formato al que Telltale ya nos tiene acostumbrados, y que yo no acabo de entender muy bien, pero me siento obligado a apoyar en cierto modo, al ver como la inmensa mayoría de las aventuras de hoy no duran más de 10 horas. No durará 10 horas este primer capítulo, a mi me ha durado cinco o seis, no más, pero con cinco capítulos ya tendremos un juego que, en comparación con la competencia, tendrá una duración considerable.
Poco más que contar sobre el nuevo Monkey sin destapar partes de la trama, así que os recomiendo pegarle un vistazo si tenéis la oportunidad, y que disfrutéis de las nuevas aventuras de Guybrush Threepwood, intrépido pirata ™, y sus encuentros con nuevos amigos y enemigos, entre los que se encontrará por supuesto, un LeChuck más humano y más diabólico que nunca. Porque dos cosas quedan claras: es un auténtico Monkey Island, y es de los buenos.
Kendo, intrépido aventurero ™
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